miércoles, 13 de junio de 2012

Setiembre de Luz y Sombra



Al son del silencio pasan mis días.
La roca es ahora arena, y el sol ha despertado mil veces.
La luna vive y muere.
Se renueva anhelando vernos un día cual raíz toca suelo.

Del mismo barro, con iguales manos, fuimos creados,
para un día formar un todo;
mas, hasta el momento que recorre la manecilla,
el tiempo no ha facilitado dicha reunión.
El destino existe; pero, llega cuando se le deja de buscar.
Es duro; pues, de mis pensamientos no escapas.
En mis entrañas hierven palomillas,
en un ardid incesable que no me deja dormir.

Es una áspera y seca lápida.
Y por más que luchen los labios, el secreto no concilia escapar.
Perece en su lecho de muerte,
quien antes fue su cuna.

Dichoso aquel que la encuentra, sin conflictos;
mas, nada es mejor apreciado que lo que se consigue luchando;
aunque, mi guerra no se puede luchar.
Tan sólo puedo esperar, ser paciente,
no perder la esperanza.

La tristeza es mutua; pues, el secreto nunca lo fue.
Caminos que se juntan y llevan al mismo lugar.
Ojos blindados, manos atadas, besos negados.
Nuestros labios se hablan,
se invitan a estar juntos;
mas, cuando la distancia desaparece,
el miedo y la culpa renacen.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Vientos


Vientos
La vida trae vientos,
 mensajes y aires desconocidos.
Y así, cada susurro del que sopla,
nos oculta en lo profundo un mensaje,
un evento importante en nuestras vidas.
En pocas oportunidades nos percatamos,
simplemente disfrutamos la suave brisa
que acaricia nuestro rostro.
Y sin saber porqué,
aceptamos,
sentimos, vivimos.
Podemos deleitarnos
con lo simple de la vida,
respirando con vehemencia y
colmando nuestra alma de ese aire,
tan fresco, tan desconocido, tan intrigante;
pues, vivir cada momento es lo que más llena.
He advertido una rosa de color rojo oscuro,
cubierta con pequeñas gotitas de vida,
meciéndose con el hálito nocturno
que tanta frescura le brinda.
Es tan sencilla que no se cuestiona,
lamente se dedica a saborear el momento
que su compasivo creador le ha brindado.
Cómo deseo yo, aprender de esa efímera flor,
dejar de cuestionar por tantos detalles
y así reconciliarme con la vida,
volver a sentir,
besar,
ser.